El día de difuntos se acerca y aunque sea época de recordarlos, hubo un sevillano que vivió por y para la muerte. Valdés Leal
1 Entre Sevilla y Córdoba
De madre sevillana y padre portugués, Valdés Leal sería bautizado en la parroquia de San Esteban de Sevilla en 1622. Al vivir entre Sevilla y Córdoba, fue influenciado por personalidades del mundillo del arte como Murillo, al que sustituiría como pintor más influyente tras su muerte.
Pero los que dejarían más huella en su obra serían Francisco Herrera el Viejo y Antonio del Castillo.
En su vida trabajó para iglesias y particulares, algunos de sus clientes más conocidos fueron: la iglesia de San Francisco de Córdoba o las franciscanas de Santa Clara de Carmona
2 No solo se pinta la muerte
Valdés Leal no se va a conformar con la pintura, y así lo demuestra la totalidad de su obra. Con mayor contenido piadoso y religioso, encontramos trabajos escultóricos, así como de dorado y estofado de retablos.
Es así como podemos encontrar en la Catedral de Sevilla trabajos tales como La liberación de San Pedro por el ángel, donde parece expresar una mezcla del estilo de Caravaggio y Ribera, Los desposorios de la Virgen y San José, antiguamente situada en el palacio arzobispal o la imposición de la casulla a San Ildefonso-
Sin embargo, su obra se caracteriza por mostrar la unión entre piedad, la verdad de la vida y la importancia de preparación para la muerte, como lo demuestra en las obras mucho más realistas y tenebrosas realizadas para el Hospital de la Caridad.
3 Milagro de San Fernando, Valdés Leal y su hija Luisa
Uno de los trabajos más reconocidos quizá sea el presente en la catedral, donde, con motivo de la canonización de San Fernando, estofó una escultura de madera realizada por Pedro Roldán.
Trabajando en esta escultura del Santo se dice que contó con la ayuda de su hija, Luisa Valdés, que pese a encontrarse enferma quiso ayudar a su padre.
Fue entonces, al coger el pincel para empezar a trabajar, cuando se curó de todo mal, según dicen gracias a la ayuda de San Fernando, recién canonizado.
4 Valdés Leal, Miguel Mañara y el Hospital de la Caridad.
Estos sevillanos trabajaron para ensalzar el hoy Hospital de la Caridad. Su fundador, Miguel Mañara (conocido en la literatura por ser el personaje en el que se inspiró Don Juan Tenorio)
Es aquí, en la calle Temprado del barrio del Arenal, donde Valdés leal muestra un estilo más tenebrista en sus obras y ganará fama como pintor de la muerte.
Encontramos en esta institución , enlazando a dos de los hermanos de la caridad, obras tan macabras como Finis Gloriae Mundi , In Ictu Oculi o El triunfo de la Santa Cruz, este último es una decoración mural del coro.
Aquí se denuncia esa verdad de la muerte, lo espantoso del momento expuesto sin tapujos por el pintor, reconociendo la importancia y permanencia de la muerte sobre la vida.
De esta forma, Valdés Leal, de la mano de Miguel Mañara parece exhortar como los valores cristianos de pureza del alma , piedad y verdad son los únicos que nos salvarán de una vida llena de excesos. Y esto bien lo supo el propio Mañara, cuya motivación para ingresar en la Orden y fundar el Hospital no fue otra que buscar el perdón por los suyos propios.
Si quieres conocer su historia, además de la del personaje que inspiró y su romance, no te pierdas nuestro tour por el barrio de Santa Cruz.
Además, en el hospital de la Caridad encontramos la única escultura de Valdés Leal, la Virgen del Rosario
5 Murillo y la Academia de Pintura
En época de Valdés Leal aún el oficio de pintor dependía de los gremios. De esta manera, un niño podría ingresar con 11 años en el taller de un maestro artesano (el trabajo de pintor era mucho más artesanal que artístico) Hasta los 18 años viviría con el maestro que, como prueba final, sometería al hasta entonces aprendiz a un examen de maestría.
Tras superar este, era considerado pintor profesional y podría montar su propio taller.
La fundación de esta Academia corrió a cargo de Murillo y Herrera del Mozo como presidentes, que, tomando a la academia romana como modelo, querían modernizar el oficio.
Para todas estas modernizaciones, sería Valdés Leal quien administrase el gasto y finanzas de la recién creada institución.
A causa de una crisis económica, la antigua Lonja (hoy Archivo de Indias) se encontraba abandonada y fue el lugar elegido para instalar esta Escuela de Arte.
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