Plaza de España Sevilla: historia, arquitectura y cómo llegar.

Plaza de España

La Plaza de España de Sevilla es un escenario de cine y una joya monumental. Descubre sus secretos y cómo visitarla.

Si hay un rincón en Sevilla que logra enamorar a cualquiera a primera vista, ese es la Plaza de España. No importa cuántas veces la hayas visto en fotos o vídeos, nada se compara con la sensación de estar allí, caminando entre sus arcadas infinitas, cruzando alguno de sus cuatro puentes o dejándote llevar por el reflejo del agua en su canal semicircular. La primera impresión es de asombro, pero cuando empiezas a fijarte en cada detalle, descubres que este lugar es mucho más que una plaza: es un símbolo de la ciudad, un pedacito de historia y un escenario de película al aire libre.

Un escenario monumental

La Plaza de España fue construida para la Exposición Iberoamericana de 1929. Su arquitecto, Aníbal González, quiso levantar una obra que representara la grandeza de Sevilla y de toda España, y lo consiguió. Basta dar una vuelta para darse cuenta de la magnitud del conjunto: un semicírculo de más de 170 metros de diámetro, abrazado por un edificio de ladrillo rojizo y decorado con cerámica, hierro forjado y mármol. La plaza no es solo un espacio abierto; es casi un monumento en sí misma, uniendo arquitectura, urbanismo y artesanía de una manera única.

El semicírculo simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios de ultramar, y el canal que lo rodea recuerda ese vínculo con el agua, tan importante en la historia de Sevilla como puerto comercial.

Detalles que hablan

Caminar por la Plaza de España es como hojear un libro de historia y geografía al mismo tiempo. Uno de los elementos más famosos son sus 48 bancos y azulejos, cada uno dedicado a una provincia española. Allí, visitantes y sevillanos juegan a buscar su tierra natal, a sentarse en el banco de su provincia o a hacerse una foto junto al mural que la representa. Es un recorrido que une a todo el país en un solo lugar, y además lo hace a través del arte más tradicional: la cerámica sevillana.

No menos llamativos son los cuatro puentes que cruzan el canal, cada uno simbolizando un antiguo reino de España: Castilla, León, Navarra y Aragón. Cruzarlos es inevitable, y al hacerlo sientes que pasas de un lado a otro de la historia.

La plaza que conquistó el cine

Otro de los grandes encantos de la Plaza de España es su papel en el mundo del cine. No es casualidad que haya sido elegida como escenario en producciones internacionales. Desde clásicos como Lawrence de Arabia hasta superproducciones como Star Wars: Episodio II – El ataque de los clones, la plaza ha servido de telón de fondo para escenas que han dado la vuelta al mundo. Y no hace falta ser cinéfilo para notarlo: cualquiera que pasee por sus pasillos siente que está dentro de una película, rodeado de una escenografía grandiosa y perfectamente diseñada.

Un lugar vivo

A pesar de su monumentalidad, la Plaza de España no es un espacio muerto. Al contrario, siempre está llena de vida. Durante el día, turistas de todas partes del mundo se mezclan con músicos callejeros que llenan el aire de guitarras flamencas. Los niños corretean por sus pasillos, las parejas pasean de la mano y no faltan quienes alquilan una barquita para remar por el canal y ver la plaza desde otra perspectiva.

Por la tarde, la luz del sol se refleja en los azulejos y convierte el lugar en un espectáculo visual imposible de describir con justicia. Y de noche, iluminada, la plaza adquiere un aire mágico que hace que muchos quieran volver una y otra vez.

Un símbolo de Sevilla

Para los sevillanos, la Plaza de España es mucho más que un monumento turístico. Es un lugar de orgullo, un espacio que se asocia con la identidad de la ciudad. Forma parte de la memoria colectiva: excursiones escolares, paseos en familia, primeras citas o simplemente momentos de calma mirando el agua. Pocas plazas en el mundo tienen esa capacidad de ser, al mismo tiempo, monumentales y cotidianas.

Consejos para disfrutarla

Si planeas visitar la Plaza de España, aquí van algunos consejos:

  • Ve temprano por la mañana para disfrutarla sin tanta gente y con la luz más suave.
  • Recorre sus galerías cubiertas, donde los arcos enmarcan vistas espectaculares hacia la plaza.
  • Busca tu provincia entre los bancos de azulejos; es un ritual imprescindible.
  • Alquila una barca si quieres vivir una experiencia distinta.
  • Quédate hasta el atardecer: los colores del cielo sobre el edificio son inolvidables.

Una experiencia imprescindible

La Plaza de España es de esos lugares que se quedan grabados en la memoria. No importa si la visitas una vez o cien, siempre descubrirás un detalle nuevo: un azulejo escondido, una sombra distinta, un reflejo diferente en el agua. Es un espacio que combina arte, historia y vida cotidiana de una manera que pocas plazas en el mundo logran.

En definitiva, la Plaza de España no es solo una visita obligada en Sevilla; es un viaje en sí misma. Allí confluyen pasado y presente, tradición y modernidad, monumentalidad y vida diaria. Y quizá por eso quienes la conocen coinciden en lo mismo: es un lugar que roba el aliento y que se queda para siempre en el corazón.

Si después de leer este artículo te quedas con ganas de más, te animamos a unirte a nuestro Tour Monumental por Sevilla. Pasearemos juntos por los lugares más especiales de la ciudad, descubriendo su historia y sus secretos de una forma amena y cercana, como si lo hicieras con un buen amigo sevillano. ¡Te esperamos!

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