La Semana Santa de Sevilla es uno de los eventos religiosos y culturales más importantes de España.
La Magna de Sevilla es un evento excepcional dentro de la Semana Santa de la ciudad, cuya magnitud y relevancia han hecho que sea considerado uno de los mayores acontecimientos religiosos y procesionales de Sevilla y de toda España. La Magna no es una celebración anual, sino que tiene carácter extraordinario y ocurre en ocasiones muy específicas, cuando las cofradías de la ciudad deciden organizar una salida conjunta para rendir homenaje a la Virgen María y a la Pasión de Cristo. Este tipo de evento ha marcado un hito en la historia de la Semana Santa sevillana, reflejando no solo la devoción religiosa, sino también la profunda tradición cultural que une a la ciudad con su pasado histórico.
El concepto de una «Magna» en Sevilla tiene sus raíces en la devoción popular y la necesidad de las cofradías de mostrar su unidad y fuerza durante un evento único. La primera Magna de Sevilla tuvo lugar en 1997, con motivo del 450 aniversario de la fundación de la Hermandad de la Macarena. En este evento, un selecto número de hermandades realizaron un recorrido conjunto por la ciudad, llevando sus pasos a la Catedral de Sevilla. Fue un evento extraordinario que dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de los sevillanos, tanto por la belleza de las procesiones como por la singularidad de la convocatoria.
Desde ese momento, las Magnas de Sevilla se han realizado en varias ocasiones, aunque de manera esporádica. En cada edición, las hermandades seleccionadas para participar en la Magna son aquellas que tienen una importancia histórica, artística o religiosa dentro de la ciudad. Estas procesiones extraordinarias son un esfuerzo conjunto para reunir a las imágenes más veneradas de la ciudad en un recorrido que, por su magnitud, no suele coincidir con las tradicionales rutas de la Semana Santa.
La Magna de 2010 y 2019
Uno de los eventos más destacados fue la Magna de 2010, que conmemoraba el 350 aniversario de la fundación de la Hermandad de la Macarena, una de las cofradías más importantes y populares de Sevilla. En esa ocasión, la imagen de la Virgen de la Macarena salió en procesión por las calles de Sevilla junto a otras importantes hermandades, como la de la Esperanza de Triana, la de los Gitanos y la de la Hiniesta, entre otras. Este evento atrajo a miles de fieles y turistas que se congregaron en las calles para ver las imágenes de la Virgen y el Cristo en su recorrido conjunto, elevando la solemnidad de la jornada a un nivel sin igual.
La Magna de 2019 fue otro hito importante en la historia de las procesiones extraordinarias. En esa edición, el evento fue impulsado por el 500 aniversario de la fundación de la Hermandad de la O, y participaron hermandades de gran relevancia en la ciudad, como la del Gran Poder, la de la Macarena, la de la Esperanza de Triana y otras muchas. En esta ocasión, las procesiones tomaron una dimensión aún mayor, ya que las imágenes salieron de sus templos en recorridos especiales, que conectaban los lugares más emblemáticos de Sevilla, como la Catedral, la Plaza de España y la Plaza de San Francisco.
La Magna de Sevilla se caracteriza por la participación de un número reducido pero selecto de cofradías, que suelen ser las más emblemáticas y de mayor tradición en la ciudad. Estas hermandades suelen estar compuestas por pasos de gran valor artístico e histórico, que son llevados en procesión por los llamados «costaleros», un grupo de hombres que portan las imágenes sobre sus cuellos. Los «pasos» son auténticas obras de arte talladas en madera o metal, y muchas de ellas son de autores barrocos de gran renombre.
El recorrido de la Magna de Sevilla suele ser distinto al de las procesiones tradicionales de la Semana Santa. Si bien algunas hermandades salen de sus templos en horas puntuales, en la Magna se establecen rutas especiales y se coordina la salida para que las imágenes puedan recorrer el centro de la ciudad, pasando por lugares icónicos como la Catedral de Sevilla, la Plaza de España, la Alameda de Hércules, entre otros.
Uno de los elementos más emblemáticos de la Magna es la música. Cada cofradía cuenta con su propia banda de música que interpreta marchas procesionales mientras las imágenes avanzan por las calles. La música en la Magna tiene un carácter solemne y reverente, destacando las composiciones más tradicionales que acompañan los momentos más dramáticos de la Pasión de Cristo.
Además, las «saetas», cantos religiosos a capela que se interpretan en las calles mientras las imágenes avanzan, tienen un papel fundamental en la Magna. Estas saetas, que son cantadas desde los balcones o en la misma calle, aportan una profunda carga emocional, convirtiéndose en una de las señas de identidad de la Semana Santa sevillana.
La Magna de Sevilla tiene una gran relevancia tanto a nivel religioso como cultural. En el aspecto religioso, estas procesiones extraordinarias sirven para reforzar la devoción de los sevillanos hacia las imágenes y para recordar la Pasión de Cristo. Las hermandades participan con un profundo sentido de fe, y el evento atrae a miles de devotos que acompañan las imágenes durante su recorrido. Es una oportunidad única para contemplar las imágenes en un contexto diferente al de las procesiones tradicionales, ya que las calles de la ciudad se llenan de emoción, recogimiento y fervor.
Desde el punto de vista cultural, la Magna de Sevilla representa una manifestación única de la historia, el arte y la tradición de la ciudad. Las imágenes procesionales, muchas de las cuales son auténticas obras de arte, se muestran al público en un contexto que permite apreciar su belleza y su valor histórico. Las hermandades, que son verdaderas instituciones culturales, organizan estos eventos con el apoyo de los ciudadanos, las instituciones locales y los medios de comunicación, lo que contribuye a la proyección internacional de la Semana Santa sevillana.
La Magna de Sevilla es un evento que supera los límites de lo religioso para convertirse en una manifestación cultural que une a la ciudad en una fiesta de fe, arte y tradición. A través de sus procesiones extraordinarias, Sevilla reafirma su identidad y su devoción, mientras muestra al mundo entero la grandeza de sus hermandades, sus imágenes y su historia. Aunque no se celebra cada año, cuando ocurre, la Magna se convierte en uno de los momentos más significativos de la Semana Santa, dejando una huella imborrable en todos los que tienen el privilegio de ser testigos de esta impresionante manifestación religiosa y cultural.