8 Curiosidades para visitar la Catedral de Sevilla

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Sevilla guarda cientos de secretos en sus calles, plazas, balcones, gentes… Sus monumentos son el legado de una ciudad que en otro momento fue considerada como una de las ciudades más importantes del mundo.

Si te decides a visitar Sevilla, sin duda debes visitar el Real Alcazar de la ciudad, dar un paseo por el Parque de María Luisa, probar los boquerones en Adobo del blanco Cerrillo y por supuesto visitar la Catedral de Sevilla, el mayor templo gótico cristiano mayor del mundo guarda miles de detalles peculiaridades envueltos en
historias y leyendas.

 

Hoy en este artículo vamos a dar 8 curiosidades que seguramente no conocías para que a la hora de visitar la Catedral de Sevilla, no se te quede nada en el tintero.

1.EL LAGARTO Y EL COLMILLO.

Están en el Patio de los Naranjos, colgados junto a la Puerta de la Granada. Una de sus más bonitas
leyendas nos lleva hasta los tiempos de Alfonso X el Sabio, a quien le llegaron, procedentes de Egipto,
un cocodrilo vivo, un colmillo de elefante y una jirafa domesticada, que, según la leyenda, eran exóticos
presentes del sultán, que tenía la intención de pedirle la mano de su hija. Rechazada diplomáticamente
la petición, en Sevilla quedaron. Una vez muerto, el cocodrilo fue disecado y colgado en su ubicación
hasta que se pudrió, junto al colmillo y el bocado de la jirafa. El cocodrilo que ven hoy es de madera, y
puede ser del siglo XVI. También queda allí el bastón de mando del embajador castellano en Egipto.

2. EL MAUSOLEO DE COLÓN

Junto a la Puerta de San Cristobal encontramos el espectacular y conocido sepulcro de Cristóbal Colón.
Probablemente no se hayan detenido en adentrarse en la multitud de detalles que tiene, empezando por
el origen de este monumento funerario, que fue concebido por el artista Arturo Mélida tras ganar un
concurso público en 1891, iba destinada a la Catedral de La Habana para representar la gran gesta del
Descubrimiento. El desastre de la pérdida de Filipinas y Cuba de 1898 y la retirada de los españoles
frustró aquella intención.

Tras varias polémicas sobre la ubicación del mausoleo, que llegó en diciembre de 1898 desde La
Habana sin el basamento azteca original, se erigiría en 1902 en su actual lugar. En el pedestal figura:
«Cuando la isla de Cuba se emancipó de la madre España Sevilla obtuvo el depósito de losrestos de
Colón y su Ayuntamiento erigió este pedestal.

Cuatro reyes portan el féretro. Representan los reinos de Castilla, León, Navarra y Aragón, cuyos
escudos aparecen en las dalmáticas. Pueden buscar en los ropajes de los portadores los murciélagos
de Valencia, las cadenas navarras, las conchas de peregrino… y en los dos delanteros, la lanza que
atraviesa una media luna y una granada, o la alabarda transformada en remo.

3. EL SEPULCRO DEL OBISPO

En la capilla del Espíritu Santo,más conocida por capilla de Scala, pueden ver el sepulcro de Baltasar
del Río, obispo de aquella localidad de Salerno, arcediano de Niebla y canónigo de la Catedral de
Sevilla. Curiosamente, es una tumba vacía, porque, a pesar del empeño del prelado en labrar un altar y
un lugar para su reposo eterno, murió en 1541 en Roma, donde fue enterrado. En Sevilla sólo queda su
escultura yacente sobre el sarcófago en una magnífica capilla.

4. LA VISIÓN DE SAN ANTONIO DE PADUA DE MURILLO

Este impresionante cuadro fue encargado a Murillo por el Cabildo Catedral. El espectacular lienzo
barroco de altar relata la visita del Niño Jesús.

El invasor Soult, admirador del artista, puso sus ojos en esta obra de enormes dimensiones, pero el
Cabildo logró salvarlo deL robo del francés a cambio de que se llevara otra obra de Murillo: El
Nacimiento de la Virgen, que hoy está en el Louvre.

No acabaron aquí los peligros para San Antonio, ya que en 1874 fue directamente recortado por un
ladrón. Reapareció en un anticuario de Nueva York y volvió a la Catedral en noviembre de 1875 para
ser reintegrado a su lugar en el cuadro, donde puede verse perfectamente la cicatriz del recorte.

5. CUADRO DE SAN FERNANDO

Tras el coro en la Catedral de Sevilla, se halla un pequeño cuadro, pintado sobre bronce por Francisco
Pacheco en 1634. Recoge la escena del Rey San Fernando recibiendo de manos de Axafat, el último
rey moro sevillano las llaves de la ciudad de Sevilla.

Esta curiosa pintura, que retrata la Sevilla amurallada y la Puerta de Jerez, es, como muchas otras obras                  que reflejan los tiempos de la Reconquista, que tuvo lugar en el siglo XIII, anacrónica, pues retrata la               Catedral y la Giralda como fueron siglos después.

6. VIDRIERA CARLOS I

La nave de la Puerta de los Palos muestra la peculiar vidriera ,representado a Carlos I de España y V de

Alemania. Obra documentada del renacentista burgalés Arnao de Vergara y fechada en 1535, retrata al
rey y emperador con los atributos del martirio del Santo, el arco y las flechas con las que aparece
representado, fue un auténtico homenaje a la monarquia de aquellos tiempos en los que en el reino no
se ponía el sol.

7. LAS TABLAS DE CAMPAÑA

En la Sacristía Mayor les sorprenderá la magnífica obra del «Descendimiento de la Cruz». Si se fijan
advertirán cada una de las tablas que componen la pintura y esto se debe a que, para evitar su robo del
invasor francés, el cuadro tuvo que ser desmontado antes de esconderlo. Sin embargo, esta obra no
llegó a la Catedral hasta el 19 de enero 1814, pues estuvo en la antigua iglesia de Santa Cruz, y
concretamente en la capilla que en este templo poseía Fernando Jaén, que la encargó la pintura al
artista renacentista en 1547. Se cuenta que Murillo iba a contemplar esta obra del flamenco.

8. EL GIRALDILLO

Situado en lo más alto de la Giralda, contemplando toda Sevilla a sus pies, nos encontramos al
Giraldillo, una escultura realizada en 1568, junto al actual cuerpo superior de la torre.

Con casi tres metros y medio de altura y 1,4 toneladas, mucha gente no sabe que el Giraldillo en verdad
es una veleta que se mueve con el viento. De hecho, su nombre popular viene de este hecho, de que
gira a favor del viento, tomando la Giralda este nombre por él.

El modelo se inspiró, probablemente, en esculturas clásicas de Palas Atenea, ya que, al igual que la
diosa griega, representa a una mujer guerrera. Eso es lo primero que nos llama la atención de esta
escultura: aunque reciba el nombre masculino de Giraldillo no es un hombre, sino una mujer, y además,
si nos fijamos bien, una mujer embarazada.

Además de llevar casco y vestimenta militar, porta en su
mano derecha un enorme escudo coronado por una cruz cristiana, y en la izquierda una hoja de palma.
Todos estos elementos sirven para simbolizar la victoria de la Fe cristiana sobre la musulmana.

 

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