6 datos sobre la Inquisición sevillana que tal vez no conozcas
1 El origen del santo oficio, La Inquisición y los Reyes Católicos
Presente hasta el momento en países como Alemania y Francia, la inquisición será implantada en España de la mano de Fernando el Católico.
Alonso de Hojeda prodigó las predicaciones anticonversas en la capital andaluza, aprovechó que los reyes se encontraban en Sevilla para aportar supuestas pruebas de que los conversos judaizaban en secreto y demandar una investigación a fondo. Los reyes responderían con el fomento de predicaciones evangelizadoras, pero viendo que no dio resultado, Fray Hernando de Talavera, dejó paso al primer tribunal de la Inquisición, habiendo concedido previamente una bula papal de Sixto IV A partir de 1480 llegaron a Sevilla los primeros inquisidores: el doctor Ruiz de Medina, y dos dominicos, fray Miguel de Morillo y fray Juan de San Martín
2 Del Convento de San Pablo al Castillo de San Jorge y Triana
Fue en aquel convento donde la orden de los Dominicos fundaría su cuartel. Aquí, la recién creada Inquisición llevaría a cabo el encarcelamiento provisional de los herejes y brujos, hasta que fueran trasladados a Tablada para su ejecución. Según afirmó en 1612 el abad Gordillo, los inquisidores
«celebraban en su convento… los autos y exemplares castigos que en los herejes y tornadizos convenian que se hiciesen, y en su iglesia ponían los sanbenitos, y aun es fama constante que dentro de la cerca del mesmo convento hicieron sus cárceles y executaban las penas de fuego que imponían».
Esta fama acabó trasladando a Triana la sede principal tras una epidemia de peste. Sería desde entonces conocido como castillo de San Jorge, hoy Mercado de Triana, donde actualmente se conserva en la planta baja una exposición gratuita sobre el Santo Oficio y restos del antiguo castillo.
3 Tablada, centro de ejecuciones y brujería Sevillana
Si hay alguna zona llena de momentos importantes para la brujería en Sevilla, esa es Tablada. Fue escenario de ajusticiamiento de herejes, conversos y brujas desde el 6 de febrero de 1481, fecha del primer auto de fe. Allí fueron quemadas seis personas –hombres y mujeres–. en los llamados «cuatro profetas»,
«cuatro grandes estatuas huecas de yeso… dentro de las cuales metían vivos a los impenitentes para que muriesen a fuego lento»
En el auto predicó el celoso fray Alonso de Hojeda, el mismo que había alentado la persecución y que desaparecería víctima de la peste a los pocos días, signo, según quisieron ver algunos, de la indignación divina.
4 Lugares del Sabatt
Junto a Tablada, pero ya centrados en la capital sevillana, podemos encontrar menciones cercanas a la catedral. Como es la calle Mateos Gago, antiguo Horno de las brujas ( 1515-1634).
En el subsuelo se han encontrado pasadizos ( que bien pueden perteneces a termas romanas) pero se dijo que podrían ser rutas de escape de los inquisidores o de los propios brujos.
Además también se mencionan pasadizos que darían a la torre del Oro, quedando muy cerca de San Nicolás de Bari, también punto de acción de la Inquisición.
Pero la principal zona culpable de Aquelarres y punto de mira de la Inquisición fue sin duda el barrio de El Arenal. Lugar de encuentro para esos cultos demoníacos y las famosas reuniones de brujas.
5 De beata a bruja, Dolores.
La última mujer condenada por brujería por la Inquisición fue la beata Dolores López, de familia con pocos recursos, Dolores perdería la vista a causa de la viruela a los 12 años.
De fuerte formación religiosa, pero de mente abierta, no dudo en, ingresada en un convento, mantener relaciones con hombres y mujeres, Fue una de estas últimas, gracias a la cual Dolores fue denunciada a la Inquisición. Al igual que sus antiguas compañeras condenadas en la hoguera, su condena se ejecutó en la Plaza San Francisco ( lugar predilecto para ajusticiamientos y autos de fe en Sevilla).
Fue ejecutada a garrote vil, ya que pidió el perdón para librarse de la hoguera. Desde ese momento, el último juicio de España, la Inquisición fue perdiendo importancia hasta que fue abolida por Napoleón Bonaparte en 1808.
6 Bécquer y la brujería, un legado en la literatura
Y es que si hay un escritor o poeta que haya sintetizado la historia de la brujería con maestría, ese es Gustavo Adolfo Bécquer. Aquejado de dolencias y fragilidad, en uno de sus retiros de mejora acabaría en el monasterio de Veruela y para acortar y llenar sus días, visitaría los pueblos aledaños.
Es así como conoció Trasmoz, el único pueblo excomulgado por la iglesia, hoy en día maldito y conocido como el pueblo de las brujas. Buscando inspiración en estas tradiciones y parajes, y, sobre todo, a través de la leyenda de la tía Casta, Bécquer escribiría Cartas desde mi celda, donde hará alusión a todo aquel folklore en tiempos de aquelarres, inquisición y brujería.